lunes, 20 de abril de 2009

Adiós Nada.

¿Recuerdas cuando de pequeños jugábamos a las casitas y nos llamaban mariquitas?¿Recuerdas cuando jugábamos en los montones de arena y hacíamos túneles para jugar con los playmobil? Dime que también recuerdas los gritos de tu madre: "¡Ya te has manchado los pantalones nuevos!". Dime que recuerdas cada segundo de tu vida, cada detalle, cada insulto y cada carcajada. Ven y cuéntame cuántas veces te has tumbado al sol sobre la hierba mojada y has sentido que estabas en completa armonía con todo el Universo. Cuéntame qué sientes al rozarte con la arena de la playa. Dime qué te parece que te acaricien bajo las sábanas y que las hormigas hagan el amor en tu abdomen, cómo puedes explicar una mirada ¿eh? cómo puedes contarte que el calor de las ventanas dora tu cuerpo, que hay una sonrisa entre el gentío que reverbera entre todas las demás, entre todas las mujeres.

Cuéntale al mundo cuántas aves pasan por tu novena ventana, en un segundo o en mil. Dime y dite el número de limones que han salido del azahar que oliste en primavera, la cantidad exacta de notas que han hecho romperte la piel en millones de pedazos. Piensa ahora cuál es tu canción favorita, hazte ese favor, piénsala en este segundo que te dejo y no encontrarás respuesta.

Y no encontrarás respuesta a nada, porque no existe tal respuesta. Nada existe, nada es, y el tiempo pasa por encima de esa nada como una manada de elefantes que cantan y bailan al sol de los trombones. Adiós nada. Nos vemos, tú y yo, mecidos en invierno por la costa catalana. Adiós Nada, que todo lo sabes.

1 comentario:

Lara dijo...

empecé a leer pensando: no puedo, no puedo recordar

leí lo de la canción y al mismo tiempo que tú, menos mal, me dije: no puedo decir ninguna

y por fin el final: la nada es un alivio

gracias