martes, 19 de febrero de 2008

Estoy deseando llegar, verte a través del cristal, que el corazón me lata a mil por hora, que se me empañe el cristal y que de repente desaparezcas, que baje las escaleras y no te encuentre, que coja mi maleta, me dé la vuelta y aparezcas, con una bolsa de gominolas, con unas galletas, con un abrazo y un beso por el largo viaje. Estoy deseando verte para abrazar los sueños que se me escapan por la boca y por las manos, por los dedos que escriben sin cesar tu nombre. Estoy deseando aparcar el teléfono móvil y poder acariciarte, poder sentirte, poder oler tus manos, que me toquen y que me erices. Estoy deseando que llegue el día en el que tú y yo seamos solo uno.



Estoy deseando que nada de esto haya sido un sueño, pero las sábanas se me quedan pegadas por todo el cuerpo debido al sudor, aparezco con unas marcas horribles en la cara, arruguitas de la almohada clavadas en las pestañas. Y ponerme en pie y desayunar tranquilo....y que tu voz me llame desde la cama. Que todavía no me he ido.

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